Proverbios 5
Reina Valera Gómez
1Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído;

2para que guardes consejo, y tus labios conserven el conocimiento.

3Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más suave que el aceite;

4pero su fin es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos.

5Sus pies descienden a la muerte, sus pasos conducen al infierno.

6Sus caminos son inestables; no los conocerás, si no considerares el camino de vida.

7Ahora pues, hijos, oídme, y no os apartéis de las razones de mi boca.

8Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa;

9para que no des a los extraños tu honor, y tus años al cruel;

10para que los extraños no se sacien de tu fuerza, y tus trabajos estén en casa del extraño;

11y gimas en tus postrimerías, cuando se consumiere tu carne y tu cuerpo,

12y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, y mi corazón menospreció la reprensión;

13y no oí la voz de los que me instruían, y a los que me enseñaban no incliné mi oído!

14Casi en todo mal he estado, en medio de la sociedad y de la congregación.

15Bebe el agua de tu cisterna, y los raudales de tu propio pozo.

16¿Se han de derramar afuera tus fuentes, y tus corrientes de aguas por las calles?

17Sean para ti solo, y no para los extraños contigo.

18Sea bendito tu manantial; y alégrate con la esposa de tu juventud.

19Como cierva amada y graciosa gacela, sus pechos te satisfagan en todo tiempo; y en su amor recréate siempre.

20¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el seno de la extraña?

21Pues que los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, y Él considera todas sus veredas.

22Prenderán al impío sus propias iniquidades, y detenido será con las cuerdas de su pecado;

23él morirá por falta de corrección; y errará por la grandeza de su locura.

Proverbs 4
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